Vecinos de Frutillar preocupados por proyecto inmobiliario
La construcción busca desarrollar en la esquina de las calles Vicente Pérez Rosales y Lautaro, en plena zona típica.
Vecinos de Frutillar están expectantes ante el curso que tomará la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto inmobiliario Vicente Pérez Rosales, que en noviembre de 2022 ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Los Lagos.Esto, porque a las 138 observaciones planteadas por vecinos durante el proceso de participación ciudadana que tuvo lugar en febrero, se sumaron las de algunos servicios públicos como Sernageomin, Dirección General de Aguas (DGA), Seremi del Medio Ambiente y el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), además de la Municipalidad de Frutillar.Ello motivó que la inmobiliaria Vicente Pérez Rosales presentara una Adenda Complementaria a la que ya había ingresado en junio de 2023. Por eso es que se va a requerir ampliar el plazo para concluir el procedimiento de evaluación ambiental, a fin de recibir y analizar cada una de las observaciones derivadas de esta segunda adenda.Ese documento especifica que disminuye de 151 a 135 la cantidad de viviendas (112 departamentos y 23 casas) y que se pasa de dos edificios de tres y cuatro pisos, más tres niveles de subterráneo; a cuatro bloques de cuatro pisos y un nivel de subterráneo en cada uno.Asimismo, disminuye de 201 a 181 estacionamientos localizados en ese predio localizado en un predio de 2,2 hectáreas, en la esquina de las calles Vicente Pérez Rosales y Lautaro, en la zona típica de Frutillar Bajo.A la fecha, según consta en la ficha del proyecto del SEA, Sernageomin se manifestó conforme sobre la adenda; mientras que la Municipalidad de Frutillar respondió con observaciones, en un oficio emitido el 11 de abril, que firmó el alcalde César Huenuqueo.En parte de la respuesta, el municipio expuso que “se cambia de un proyecto inicial de dos torres de edificios, a un proyecto actual, compuesto por un conjunto de 4 torres de edificios, implicando necesariamente una nueva evaluación del cumplimiento normativo general”.Claudio Nannig, presidente de la Junta de Vecinos N°1 de Frutillar Bajo, detalló que “la justificación de la inmobiliaria para construir el proyecto es dar solución a la demanda habitacional de la comuna. Pero Frutillar ya está colapsado”.Dijo que al revisar la Adenda, el proyecto no ofrece impactos positivos para la zona típica. “Incluso, pretende usar la infraestructura actual de la sanitaria para el servicio de agua potable y de alcantarillado; la misma instalación eléctrica de la distribuidora; y el servicio municipal vigente de recolección de basura”, aseveró.Respecto de la flora y fauna, Claudio Suárez, miembro del Grupo Desarrollo Sostenible de Frutillar, dijo inquietarle que algunas especies “vayan a ser arrasadas con este proyecto, argumentándose que, según una Guía del SEA del año 2015 que la empresa encontró, no son recursos escasos que estén en peligro o sean vulnerables”.Lamentó además que “los compromisos voluntarios incluidos en la Adenda Complementaria no vayan más allá del mero respeto a la normativa vigente y que, por tanto, no entreguen valor agregado al medio ambiente o a la calidad de vida de los habitantes de Frutillar”, sentenció.En tanto, Consuelo Cheyre, presidenta de la Asociación Amigos de Frutillar, hizo notar que el proyecto varió de un suministro ciento por ciento eléctrico, a uno con gas.“Tanto en los Antecedentes como en la Adenda Complementaria se señala que habrá instalación domiciliaria de gas, y que los empalmes de gas de red y los estanques para almacenamiento de gas licuado se proyectarán de manera tal, que en caso de incendio no impidan la evacuación del edificio y cuenten con dispositivos de fácil acceso para que los bomberos corten el suministro de gas”, observó.
